Ya en el último trimestre del año, se logra un acuerdo arancelario entre EEUU y China; el peso mexicano en consecuencia se deprecia.
En 2025, Estados Unidos y China han dado un paso importante para reducir las tensiones comerciales que afectaron los mercados financieros globales y la estabilidad económica mundial. Después de años de una guerra arancelaria escalonada al alza, ambas potencias acordaron un pacto temporal para reducir significativamente sus aranceles mutuos durante un periodo de 90 días a partir de mayo de 2025.
El acuerdo arancelario entre Estados Unidos y China en 2025 marca una pausa estratégica en una guerra comercial que ha tenido impactos globales. La reducción temporal de tarifas abre la posibilidad de negociaciones más amplias y estructurales que podrían definir el futuro del comercio internacional en la próxima década.
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Las cinco implicaciones económicas para empresas y consumidores derivadas de un acuerdo arancelario como el entre Estados Unidos y China son:
- Reducción en los costos de importación: Para las empresas que dependen de insumos o productos importados, la disminución de aranceles reduce sus costos, lo que puede traducirse en precios más bajos para los consumidores y mejor margen para las empresas.
- Aumento de la competitividad: Al bajar los aranceles, se fomenta una competencia más intensa entre productos nacionales e importados, incentivando a las empresas a mejorar calidad, eficiencia y precios para atraer consumidores.
- Cambios en los patrones de consumo: Los consumidores pueden acceder a una mayor variedad y mejores precios de productos importados, lo que puede modificar sus hábitos de compra y aumentar el consumo de bienes extranjeros.
- Mayor estabilidad e incertidumbre reducida: La disminución de medidas arancelarias contribuye a un clima de negocios más estable, elevando la confianza de empresas y consumidores, lo cual favorece inversiones y gastos.
- Impacto en la cadena de suministro global: Las empresas pueden reajustar sus cadenas de producción y logística con base en nuevos costos arancelarios, optimizando sus operaciones y suprimiendo ciertos costes asociados al comercio internacional.
Estas implicaciones reflejan cómo una reducción arancelaria influye tanto en costos y competitividad empresarial como en las decisiones y bienestar del consumidor, con un efecto global positivo en la dinámica económica bilateral y mundial.
Contexto del Conflicto Arancelario y cómo se llegó a un necesario acuerdo arancelario entre Trump y Xi Jinping
La confrontación comercial comenzó con la imposición de tarifas arancelarias muy elevadas por parte del gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, con aranceles que llegaron a tasas del 145% sobre productos chinos.
China respondió con aumentos similares, incluyendo un arancel del 125% sobre bienes estadounidenses. Estas medidas generaron gran incertidumbre en los mercados y frenaron el comercio bilateral, impactando tanto a productores como consumidores de ambos países.
Detalles del Acuerdo Arancelario EEUU China
El 12 de mayo de 2025, en medio de negociaciones en Ginebra, las dos naciones anunciaron una significativa reducción de sus aranceles recíprocos: Estados Unidos reduciría sus aranceles sobre productos chinos del 145% a un 30%, mientras que China disminuiría sus aranceles sobre importaciones estadounidenses del 125% al 10%.
Esta medida se mantendría durante 90 días para facilitar un diálogo más constructivo y seguir negociando un acuerdo a largo plazo.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, destacó que ambas partes avanzaban «en el espíritu de apertura mutua, comunicación continua, cooperación y respeto mutuo». Por su parte, Pekín expresó que la reducción arancelaria estaba alineada con los intereses comunes de productores y consumidores de ambos países, y llamó a Washington a continuar trabajando para eliminar las subidas arancelarias unilaterales.
Impacto y Perspectivas del Acuerdo Arancelario entre Trump y Xi Jinping
Este acuerdo arancelario marco representa un respiro necesario tras meses de tensiones que amenazaban con destruir la relación comercial entre las dos mayores economías del mundo. Los mercados asiáticos y estadounidenses reaccionaron positivamente ante la noticia, aunque persisten desafíos profundos en temas como propiedad intelectual, transferencia tecnológica y políticas industriales.
A pesar del alivio temporal, algunos expertos advierten que aún queda mucho por resolver para estabilizar el intercambio comercial bilateral. El acuerdo arancelario prevé mantener tarifas aún elevadas comparadas con promedios globales, reflejando una relación compleja y competitiva entre ambos países.
Este paso adelante resalta la importancia del diálogo y la cooperación en la gestión de las relaciones económicas internacionales, en un contexto de interdependencia creciente y competencia global.