La construcción sostenible representa una transformación crucial en la industria de la construcción actual, orientada a minimizar el impacto ambiental y maximizar el bienestar de sus usuarios. Este enfoque no solo contribuye a la preservación.
Beneficios de la construcción sostenible:
- Reducción del impacto ambiental. La construcción sostenible reduce significativamente las emisiones de carbono y el consumo de recursos naturales no renovables, como el agua y la energía. Utiliza materiales ecológicos y promueve la gestión eficiente de residuos, disminuyendo la contaminación y la producción de desechos tóxicos. Además, fomenta la biodiversidad y la protección de los ecosistemas mediante un uso racional de los recursos.
- Ahorro económico a largo plazo. Aunque la inversión inicial puede ser mayor, los edificios sostenibles generan ahorros significativos en costos operativos, mantenimiento, consumo energético y agua. Esto se traduce en períodos de amortización más cortos y un aumento del valor de mercado de las propiedades.
- Mejora de la salud y el bienestar. Estos edificios priorizan la calidad del aire interior, la iluminación natural, la regulación térmica y la accesibilidad, lo que mejora la comodidad y reduce problemas respiratorios y dérmicos en sus ocupantes. Algunos cuentan con certificaciones LEED y otros en sostenibilidad que garantizan estándares de salud y seguridad.
- Resiliencia y adaptabilidad. La construcción sostenible incorpora materiales duraderos y reciclables, sistemas para la captación y reutilización del agua de lluvia, y tecnologías energéticas renovables, lo que aumenta la capacidad de adaptación frente al cambio climático y reduce la huella ecológica del edificio.
El sector de la edificación representa cerca del 37% de las emisiones globales de CO₂ relacionadas con el consumo energético. En México, la Comisión Nacional de Vivienda estima que la industria de la construcción es responsable de aproximadamente la mitad de las emisiones contaminantes. En este contexto, hablar de sostenibilidad en la arquitectura no es un tema de futuro: es parte del presente.
La sostenibilidad no comienza con la instalación de paneles solares ni se resume en certificaciones. Empieza mucho antes, desde el trazo inicial de un proyecto. “Pensar en sostenibilidad es preguntarse cómo va a convivir una construcción con su entorno, cómo se adaptará al clima, cómo aprovechará la luz, el viento, el agua, y cómo se integrará con quienes la habiten y la rodeen”
Esta mirada implica un cambio de lógica. Diseñar no solo para que algo se vea bien o sea funcional, sino para que dure, se adapte y, sobre todo, genere un impacto positivo en su entorno. Es una invitación a observar el terreno, entender sus condiciones naturales, recuperar materiales locales, y proyectar espacios que prioricen la luz natural, la ventilación cruzada y el consumo eficiente de recursos.
Hacia la construcción sostenible
La industria de la construcción tiene un reto y una oportunidad para renovarse mediante la adopción de prácticas sostenibles y tecnologías innovadoras:
- Integración de energías renovables: Incorporar fuentes de energía limpia y eficiente en los edificios para reducir el consumo energético y las emisiones de CO2.
- Uso de materiales sostenibles y nuevos: Emplear materiales de bajo impacto ambiental, como madera laminada cruzada, bioplásticos, fibras vegetales y materiales autorreparables, que reduzcan la huella de carbono desde la fabricación hasta el desecho.
- Innovación tecnológica: Implementar técnicas como la construcción modular, la impresión 3D y diseños paramétricos digitales para optimizar el uso de materiales, reducir desperdicios y acelerar los procesos constructivos.
- Economía circular: Transitar de un modelo lineal a uno circular, donde se calcula y minimiza la huella de carbono e hídrica de los proyectos, fomentando la reutilización y reciclaje de materiales.
- Certificación y regulación: Adoptar estándares internacionales como BREEAM o LEED para garantizar la sostenibilidad y calidad de los edificios, promoviendo una cultura de responsabilidad ambiental y social en el sector.
La construcción sostenible no solo es una necesidad ambiental sino una oportunidad para que la industria de la construcción se renueve, ofreciendo edificaciones más eficientes, saludables y rentables, que contribuyan a un futuro más equilibrado entre el ser humano y su entorno. construcción sostenible.