La clonación de mascotas ya no es ciencia ficción. Empresas ya han clonado gatos o perros y caballos… todo en línea. Ahora puedes comprar la clonación de mascotas por internet desde ponis olimpícos o vacas que dan leche en cantidad industrial; y clonar a tu mascota también.
ViaGen es una empresa texana que se dedica a la clonación de mascotas o clonación de animales, esta startup texana ya está trabajando con zoológicos, por ejemplo, para recuperar especies en peligro de extinción. Aproximadamente, la empresa ya ha facturado más de 200 servicios de clonación de mascotas en un año.
¿Cuál fue el primer animal clonado?

La oveja Dolly es el primer animal clonado. La oveja Dolly fue el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, un logro científico revolucionario alcanzado en 1996 por los científicos Ian Wilmut y Keith Campbell en el Instituto Roslin de Edimburgo, Escocia.
VanGen, la empresa de clonacíon de mascotas y animales cuenta con las licencias de las patentes del laboratorio que clonó a la oveja Dolly.
¿Qué tan moral es la clonación de mascotas y animales?
61% de los estadounidenses sigue considerando la clonación animal como “moralmente incorrecta”. Pero la industria sigue como si nada. Porque legalmente… no hay nadie que diga que no se puede.
ViaGen tiene detractores que aseguran que no está produciendo animales sanos de manera confiable.
La clonación ya no vive solo en laboratorios secretos ni en películas raras de los 90. Es parte activa de la agroindustria y el lujo emocional. El modelo de negocio es claro: hacer que lo insustituible sea replicable.
En EEUU la FDA ya dio su visto bueno en 2008 para el consumo de carne y leche de clones, abriendo las puertas a una cadena alimentaria con copia.
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La clonación animal también genera debates éticos y científicos. Por un lado, la reproducción de individuos genéticamente idénticos puede reducir la variabilidad genética, necesaria para la adaptación y supervivencia de especies, especialmente en programas de conservación de animales en peligro de extinción
Historia sobre la clonación de animales y clonación de mascotas
La tecnología existía. Un par de años antes, en 1996, científicos del Instituto Roslin, en Escocia, habían clonado a la oveja Dolly. Lawrence carecía de los fondos o la autoridad para hacerlo realidad, pero seguía pensando en ese hermoso cadáver y en la posibilidad perdida de crear más ejemplares similares.
En 2010, estaba recopilando datos en otro matadero cuando, una noche, avistó dos cuerpos sin vida parecidos al ejemplar atípico que había visto años antes. Lawrence, para entonces profesor de zootecnia en la Universidad West Texas A&M, llamó de inmediato al jefe de su departamento.
Eran casi las 11 de la noche y su jefe ya estaba acostado, pero Lawrence hizo su propuesta de todos modos: quería aplicar ingeniería inversa a un filete excepcional devolviendo a la vida cortes de carne de mayor calidad. Clonaría los animales muertos y luego cruzaría los clones. «Piensa en nuestro proyecto como si estuvieras cruzando cadáveres», me dijo.
Unos años más tarde, Lawrence y su equipo transformaron dos diminutos cubos de carne, extraídos de canales excepcionales de vacuno en una planta empacadora, en un toro clonado y tres novillas clonadas. Tras cruzar el toro con las novillas, Lawrence sacrificó a las crías para evaluar la calidad de la carne y descubrió que era tan excelente como la de los originales.
La carne de la siguiente generación era incluso mejor, incluso superior a la de los animales criados a partir de los mejores toros de la industria ganadera.
El proceso de clonación más comúnmente utilizado consiste en extraer el núcleo de un óvulo no fecundado y reemplazarlo con el núcleo de una célula somática del animal a clonar. Posteriormente, el embrión resultante se implanta en el útero de una madre sustituta para su desarrollo y nacimiento. Así, el clon posee la misma composición genética que el animal donante, sin modificaciones genéticas adicionales.
Las aplicaciones de la clonación animal son diversas y prometedoras. En la producción pecuaria, la clonación permite multiplicar animales con características superiores, como mayor resistencia a enfermedades, mejor calidad de carne o leche, y mayor velocidad de crecimiento, lo que puede optimizar la productividad y reducir tiempos para obtener ejemplares de alto valor genético.
En medicina, la clonación abre la posibilidad de obtener órganos compatibles para trasplantes, especialmente de animales como cerdos, que presentan compatibilidad con humanos, lo que podría aliviar la escasez de órganos y salvar vidas. Además, la clonación facilita la creación de animales transgénicos capaces de producir proteínas humanas en su leche, útiles para tratar enfermedades como la hemofilia o fibrosis quística, ampliando así las fronteras de la biotecnología médica.
La clonación animal o la clonación de mascotas representa un avance científico significativo con múltiples aplicaciones en agricultura, medicina y conservación. No obstante, su desarrollo debe acompañarse de un análisis riguroso sobre sus implicaciones éticas, biológicas y sociales para garantizar un uso responsable y beneficioso para la humanidad y el medio ambiente.