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Nuevo diseño de arquitectura viva para moldear el futuro al 2030

DISEÑO DE ARQUITECTURA VIVA. Christopher Alexander, un arquitecto visionario y teórico del diseño, defendió el concepto de la arquitectura «viva», que integra el diseño centrado en el ser humano, elementos naturales y principios universales para crear espacios que se sienten vivos y armoniosos.

Sus ideas revolucionarias, incluyen las 15 propiedades fundamentales de la «vitalidad» y el marco de Pattern Language, han influido no solo en la arquitectura, sino también en campos como la planificación urbana y el desarrollo de software, ofreciendo soluciones holísticas que conectan ciencia, espiritualidad y sostenibilidad.

Las 15 propiedades fundamentales para el diseño de arquitectura viva que se detallan en su obra THE NATURE OF ORDER son:

  1. Niveles de escala. Diseñar espacios urbanos que incluyan diferentes escalas, desde áreas públicas amplias hasta rincones íntimos, permite que los ciudadanos se sientan cómodos y conectados con su entorno
  2. Centros fuertes. Crear plazas o áreas centrales que actúen como núcleos comunitarios fomenta la interacción social y el sentido de pertenencia, vital para la cohesión social.
  3. Límites o fronteras gruesos. Establecer límites claros entre diferentes zonas (residencial, comercial, recreativa) ayuda a definir espacios y a mejorar la seguridad y la privacidad.
  4. Repetición alternante. Implementar patrones repetitivos en el diseño urbano, como calles arboladas o fachadas similares, puede generar un sentido de continuidad y familiaridad en el entorno.
  5. Espacio positivo. Priorizar el diseño de espacios públicos agradables y accesibles, como parques y plazas, mejora la calidad de vida al proporcionar lugares para el esparcimiento y la interacción.
  6. Buena forma. Asegurar que los edificios y espacios tengan formas agradables y funcionales contribuye a un entorno urbano estéticamente placentero.
  7. Simetrías locales. Utilizar simetrías en el diseño de calles y edificios puede crear un sentido de orden y armonía visual en el paisaje urbano.
  8. Interconexión profunda y ambigüedad. Fomentar conexiones entre diferentes áreas urbanas mediante caminos peatonales y ciclovías promueve la movilidad sostenible.
  9. Contraste. Incorporar contrastes en materiales, colores y formas puede hacer que los espacios sean más interesantes y atractivos.
  10. Gradientes. Utilizar transiciones suaves entre diferentes tipos de uso del suelo (por ejemplo, de residencial a comercial) evita choques abruptos y mejora la fluidez del espacio urbano.
  11. Aspereza o Rugosidad. Introducir texturas variadas en el paisaje urbano (como pavimentos irregulares o vegetación diversa) puede enriquecer la experiencia sensorial de los ciudadanos.
  12. Ecos. Repetir elementos arquitectónicos o paisajísticos en diferentes partes de la ciudad puede crear una identidad visual cohesiva.
  13. Vacío.  Diseñar espacios vacíos deliberadamente (como plazas abiertas) permite a los ciudadanos personalizar su uso, fomentando actividades comunitarias.
  14. Simplicidad y Calma interior. Crear entornos que minimicen el ruido y el desorden visual contribuye al bienestar mental de los habitantes.
  15. No Separación. Promover un diseño inclusivo que integre diversas comunidades y funciones urbanas evita la segregación social y fomenta una mayor equidad en el acceso a recursos urbanos.

Cada propiedad contribuye a la «integridad» general de un diseño de arquitectura viva, con elementos como escalas variadas, centros significativos y formas coherentes que trabajan juntos para crear entornos que se sienten vivos y armoniosos.

Este marco proporciona una guía práctica para que los diseñadores creen espacios que resuenen con las necesidades y experiencias humanas, extendiéndose más allá de la arquitectura para influir en campos como el desarrollo de software y la planificación urbana

Hay una forma de construir que no tiene fin, que tiene miles de años y que hoy sigue siendo la misma que siempre. Los grandes edificios tradicionales del pasado, las aldeas, las tiendas y los templos en los que el hombre se siente como en casa, siempre han sido construidos por personas que estaban muy cerca del centro de esta forma de construcción.– Alexander sobre la esencia del diseño de arquitectura viva

¿Qué es el diseño de arquitectura viva?

El diseño de arquitectura viva se refiere a enfoques de diseño que integran elementos y procesos naturales en los edificios, creando estructuras que coexisten armoniosamente con la biodiversidad y se adaptan a su entorno. Este concepto abarca características como techos verdes, muros vivos y elementos de diseño biofílico que incorporan plantas y materiales naturales en los edificio.

El diseño de arquitectura viva tiene como objetivo transformar los espacios urbanos de entornos inertes en estructuras dinámicas que apoyan los ecosistemas, cambian con las estaciones y logran un equilibrio natural. 

Estos diseños no solo mejoran la estética, sino que también proporcionan numerosos beneficios ambientales, como mejorar la calidad del aire, reducir el efecto de isla de calor urbana y apoyar la flora y fauna local.

Ejemplos de arquitectura viva incluyen el edificio OMBÚ en Madrid, que muestra principios biofílicos y restauración de hábitat, y los proyectos Baubotanik en Alemania, donde los edificios se co-crean con árboles vivos mediante técnicas de construcción innovadoras. 

Al integrar la naturaleza en el entorno construido, la arquitectura viva busca crear espacios urbanos más sostenibles, saludables y armoniosos que beneficien tanto a los humanos como al mundo natural.

Que las personas diseñen sus propios espacios habituales. Diseño de arquitectura viva

Este enfoque centrado en el usuario enfatiza el diseño orgánico e incremental sobre la planificación de arriba hacia abajo. Alexander argumentó a favor de la existencia de una belleza objetiva en los entornos, proponiendo que ciertos diseños son universalmente superiores y pueden entenderse a través de principios fundamentales.

El diseño de arquitectura viva conecta los principios de diseño, la naturaleza del universo y los conceptos espirituales, abogando por una visión más holística de la realidad que integre la ciencia y la espiritualidad.

En 1977 Christopher Alexander publicó el libro LENGUAJE DE PATRONES (A pattern language) que consta de 253 patrones interconectados que abordan desafíos de diseño a diversas escalas, desde la planificación urbana hasta los detalles arquitectónicos.

Cada patrón describe un problema, su contexto y una solución, formando un vocabulario compartido tanto para diseñadores como para usuarios y lograr el diseño de arquitectura viva en las ciudades del mundo.

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