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Estos son los principales riesgos empresariales a tomar en cuenta para invertir en protección y seguridad al 2030

La interrupción del negocio, los cambios regulatorios o legislativos y los ataques cibernéticos son los
principales riesgos empresariales que afectan a las empresas de América Latina.

Para la mayoría de las organizaciones latinoamericanas, los riesgos relacionados con la fragilidad económica, la inestabilidad política, la vulnerabilidad climática y la imprevisibilidad regulatoria tienen repercusiones en los desafíos operativos inmediatos como la interrupción de la actividad empresarial y su cadena de suministro pero que, a largo plazo, podrían evolucionar en oportunidades estratégicas y ventajas competitivas.

El aumento del riesgo comercial y operativo en América Latina pone de manifiesto una nueva realidad: la volatilidad y la incertidumbre son ahora constantes para las empresas. Antes, la resiliencia solía consistir en sobrevivir a las disrupciones. Ahora, se trata de aprovecharlas para fortalecer la ventaja competitiva. Las organizaciones latinoamericanas que replanteen su gestión de riesgos serán las que lideren.

Principales riesgos empresariales actuales para América Latina

  1. Interrupción del Negocio
  2. Cambios Regulatorios o Legislativos
  3. Ataque Cibernético o Filtración de Datos
  4. Riesgo de Fluctuación de Precios de las Materias Primas o Escasez de Materiales
  5. Desaceleración Económica o Lenta Recuperación
  6. Riesgo Político
  7. Aumento de la Competencia
  8. Riesgo de Flujo de Caja o Liquidez
  9. Fallo en la Cadena de Suministro o Distribución
  10. Clima o Desastres Naturales

La interrupción de la actividad empresarial sigue siendo el principal de los riesgos empresariales para las organizaciones regionales debido a la exposición de crisis geopolíticas, eventos climáticos extremos, su dependencia de las rutas comerciales globales y la vulnerabilidad de la infraestructura local. Países como Brasil, Argentina, Chile y México dependen en gran medida de las exportaciones (desde productos agrícolas hasta manufactura), lo que los hace particularmente susceptibles a interrupciones en la cadena de suministro que no solo generan pérdidas financieras directas, sino que también erosionan la confianza de los clientes y tensan las relaciones con los proveedores.

Por tanto, las empresas se han dado a la tarea de diversificar su base de proveedores, invertir en tecnologías de visibilidad de la cadena de suministro y desarrollar planes de continuidad sólidos para resistir mejor y recuperarse de futuras crisis. Muchas empresas también están considerando la contratación de seguros de interrupción de negocio contingentes para protegerse contra imprevistos, mejorando así la resiliencia operativa en una región donde la disrupción es una amenaza constante.

Los Cambios Regulatorios y Legislativos, considerados el segundo riesgo más importante, están profundamente ligados a la inestabilidad política en América Latina, lo que genera un entorno empresarial impredecible. Estos acontecimientos han llevado a las empresas a ajustar sus planes de inversión y desenvolverse en un entorno regulatorio más complejo, siguiendo de cerca la evolución política y geopolítica y realizando la planificación de escenarios que garanticen la continuidad del negocio.

Los Ciberataques y las Filtraciones de Datos se colocan en tercer sitio de esta lista de riesgos regionales y en primer lugar en la lista de riesgos a futuro, donde solo el 15% de los encuestados cuantifican su exposición al riesgo cibernético. La rápida adopción de plataformas digitales y tecnologías de inteligencia artificial (IA), han ampliado la superficie de ataque para los ciberdelincuentes. Ante el aumento de los ciberincidentes potenciados por la IA, los directivos empresariales están pasando de una postura reactiva a estrategias proactivas de gestión de riesgos.

Los riesgos futuros que preocupan a los líderes empresariales en Latinoamérica

La encuesta de Aon también proporciona una perspectiva de futuro sobre los riesgos que los líderes empresariales latinoamericanos esperan que sean más críticos para 2028. Por ello, se preparan para un futuro marcado por la digitalización, el cambio climático y la volatilidad del mercado.

Los diez riesgos empresariales que consideran mas preocupantes, reflejan este cambio:

Principales riesgos empresariales futuros para América Latina

  1. Ataque Cibernético o Filtración de Datos
  2. Aumento de la Competencia
  3. Riesgo de Fluctuación de Precios de las Materias Primas o Escasez de Materiales
  4. Cambios Regulatorios o Legislativos
  5. Interrupción del Negocio
  6. Cambio Climático
  7. Riesgo Político
  8. Desaceleración Económica o Lenta Recuperación
  9. Riesgo de Flujo de Caja o Liquidez
  10. Inteligencia Artificial

Tanto en Latinoamérica como a nivel global, el cambio climático esta ascendiendo en las preocupaciones futuras. De hecho, el 80% de los encuestados de la región expresó haber sufrido una pérdida económica debido a un fenómeno meteorológico o desastre natural en los 12 meses anteriores a la encuesta.

La región es una de las más vulnerables al risco climático en el mundo, pues ha enfrentando una sucesión de fenómenos meteorológicos sin precedentes como huracanes, inundaciones catastróficas y sequías prolongadas que han amenazado las economías, las comunidades y las industrias clave, causando pérdidas económicas multimillonarias y el desplazamiento de miles de personas.

En respuesta, las empresas de toda la región están priorizando las inversiones en infraestructura resiliente, sistemas de alerta temprana, modelos climáticos para proteger sus activos y operaciones, y estan adoptando seguros paramétricos que les ofrecen indemnizaciones rápidas tras desastres.

Todo ello con el fin de minimizar las interrupciones operativas y acelerar la recuperación ante fenómenos meteorológicos extremos.

Para afrontar con confianza el panorama de amenazas presentes y futuras en América Latina, las empresas deben adoptar un enfoque proactivo e integrado en su gestión de riesgos.

Las condiciones volátiles y cambiantes brindan la oportunidad de transformar el riesgo en resiliencia. Al replantear su enfoque e invertir en nuevas estrategias, pueden proteger sus organizaciones y abrir nuevas vías de crecimiento.