El sentimiento de soledad en la niñez es tendencia. Por qué las pantallas pueden influir en la soledad entre las niñas. Ser humano significa sentirse solo en algún momento de la vida, pero hay una advertencia importante: normalmente pensamos en el aislamiento y la soledad como una experiencia de salud mental de adultos o adolescentes, no como algo que les sucede a los niños pequeños.
Sin embargo, una nueva encuesta representativa a nivel nacional de 1,000 niñas encargada por las Girl Scouts of the USA (GSUSA) ofrece pruebas sorprendentes de lo contrario. El sentimiento de soledad es cada vez más notorio en los niños.
La realidad sobre el sentimiento de soledad en esta generación: Casi el 70% de las niñas de entre 5 y 13 años experimentan soledad. Estos hallazgos subrayan la necesidad urgente de intervenciones que fomenten conexiones significativas y confianza en sí mismas entre las niñas. Los aspectos más destacados de la investigación incluyen:
- La soledad aumenta con la edad: los resultados de la encuesta muestran que la soledad aumenta a medida que las niñas crecen. El 64% de las niñas de 5 a 7 años, el 67% de las niñas de 8 a 10 años y el 73% de las niñas de 11 a 13 años informaron sentimientos de soledad.
- A medida que crece la soledad, disminuye la confianza: mientras que el 86% de las niñas de 5 a 7 años expresaron su confianza en su capacidad para afrontar desafíos, esta cifra cae al 80% entre las niñas de 8 a 10 años y al 73% entre las niñas de 11 a 13 años. .
- La amistad aumenta la confianza: la compañía ayuda a las niñas a intentar cosas que de otro modo no harían solas. Para más de la mitad de las niñas encuestadas, tener un amigo a su lado las anima a probar cosas nuevas (52%) como hablar con un niño nuevo (52%); El 50% se uniría a un nuevo grupo con un amigo.
- Las niñas prefieren las interacciones reales al tiempo frente a la pantalla: la mayoría de las niñas preferirían ser creativas (63%), salir a jugar (59%) o pasar tiempo con su familia (59%) en lugar de pasar todo el tiempo frente a las pantallas. A pesar de la ubicuidad de los dispositivos digitales, estos resultados apuntan a los deseos de las niñas de una variedad de experiencias auténticas y conexiones interpersonales.
¿Estaremos impulsando el sentimiento de soledad en la infancia porque les damos acceso libre a las pantallas digitales?
A medida que navegamos por las complejidades de la era digital actual, es imperativo priorizar las conexiones genuinas y el bienestar emocional. Estos hallazgos sirven como una llamada de atención, instándonos a redoblar nuestros esfuerzos para fomentar entornos de apoyo donde las niñas se sientan empoderadas para expresarse y buscar apoyo.
¿Qué es lo que realmente está pasando en la vida diaria de los menores de edad que están sufriendo del sentimiento de soledad?
- Los niños de 5 a 7 años están cada vez más presentes en línea: un tercio utiliza las redes sociales sin supervisión y un número cada vez mayor tiene perfiles personales
- Tres cuartas partes de los padres hablan con sus hijos más pequeños sobre cómo mantenerse seguros en línea
- El contenido ilegal, amistades falsas e historias que activan la envidia o la curiosidad por temas no aptos a su edad, alimentan el sentimiento de soledad.
Sé un padre responsable y dale tiempo de calidad a tus hijos, que crezcan conviviendo con la naturaleza, descurbiendo temas adecuados a su edad a través de libros y cuentos, que convivan con amigos reales en espacios reales (no digitales)
En comparación con hace un año, una mayor proporción de personas de entre 5 y 7 años se conectan a Internet para enviar mensajes o realizar llamadas de voz o vídeo (59 % a 65 %) o para ver contenidos transmitidos en directo (39 % a 50 %).
De manera similar, el uso general de sitios o aplicaciones de redes sociales entre las personas de 5 a 7 años ha aumentado año tras año (30 % a 38 %), con WhatsApp (29 % a 37 %), TikTok (25 % a 30 %), Instagram (14% a 22%) y Discord (2% a 4%) experimentan un crecimiento particular entre este grupo de edad.
Los juegos en línea entre niños de 5 a 7 años también han experimentado un aumento anual significativo (41%, frente al 34%) y más niños de esta edad que nunca juegan juegos de disparos (15%, frente al 10%).
Sin duda el tiempo en pantalla puede ser peligroso, esto alimenta el sentimiento de soledad en los niños. ¿Hasta dónde podría llegar si esto no se detecta y atiende a tiempo?
Ante el sentimiento de soledad se puede promover explorar el mundo sin pantallas
Muchas veces, los jóvenes se encuentran sin nada que hacer y ante ese aburrimiento se sumergen en el mundo de las pantallas en donde pueden invertir varias horas al día. De hecho, algunos informes reportan que los menores pasan una media de cuatro horas al día frente a las pantallas. En un mundo donde reciben estímulos constantes y donde encuentran contenido hecho a su gusto, muchos jóvenes no se permiten aburrirse (alejando con esto el sentimiento de soledad)
Ahora que ha acabado el colegio, los más jóvenes están disfrutando de sus merecidas vacaciones, yendo a la playa, a la piscina, quedando con amigos… En definitiva, aprovechando el tiempo libre. Sin embargo, muchas veces durante la época estival, los menores se encuentran sin nada que hacer y ante ese aburrimiento se sumergen en el mundo de los dispositivos tecnológicos en donde pueden invertir varias horas al día.
«‘Nacer en la era digital: La generación de la IA’, los menores pasan una media de cuatro horas al día frente a las pantallas. Al no mantener relaciones personales como amistades o seres queridos, puede generar un sentimiento de soledad a la larga.
¿Cómo darle la vuelta al sentimiento de soledad?
- Potenciar la imaginación: Se puede obligar a la mente de los niños a pensar con libertad, generar nuevas ideas o recorrer mundos fantásticos. Aunque puede ser frustrante para ellos, ya que requiere de esfuerzo, descubrir por sí mismos cómo entretenerse les acabará resultando gratificante.
- Ayuda a conocerse mejor: Cuando se está aburrido se tiende a reflexionar más sobre uno mismo. La tranquilidad que puede transmitir no estar haciendo nada ayuda a ver las cosas con mayor distancia, a pensar con mayor frialdad y a reflexionar sobre lo que ocurre a tu alrededor y cómo uno se siente al respecto.
- Mejora la atención: La revista estadounidense Scientific American explica en un artículo que no estar haciendo algo reserva la concentración del cerebro, por lo que, cuando se tiene que poner la atención en otra cosa, la cabeza está más descansada y receptiva para poder llevar a cabo cualquier actividad.