Viajes responsables, El turismo responsable es un enfoque de viaje que busca minimizar el impacto negativo en el medio ambiente y las comunidades locales, mientras maximiza los beneficios económicos, sociales y culturales para estas últimas. Es un comportamiento consciente del turista para reducir la huella ecológica y respetar las culturas y tradiciones de los lugares visitados.
Para practicar viajes responsables se recomiendan varias acciones, como elegir destinos cercanos o accesibles mediante transporte de bajo impacto ambiental, evitar temporadas turísticas masificadas, y apoyar la economía local comprando productos y servicios directamente de la comunidad. También es fundamental respetar las normas culturales y naturales del lugar: pedir permiso antes de tomar fotografías, no tocar ni llevarse elementos naturales, no generar residuos y reducir el uso de plásticos de un solo uso.
Además, los viajes responsables promueven escoger guías y operadores turísticos que estén comprometidos con la sostenibilidad y el respeto a las comunidades, y optar por alojamientos que reduzcan su impacto ambiental. La importancia de este tipo de turismo radica en conservar el patrimonio histórico y natural para futuras generaciones, proteger la biodiversidad y generar un impacto positivo en la calidad de vida de las personas locales.
Viajar de forma responsable implica planear y vivir la experiencia turística con conciencia ambiental y social, contribuyendo a un turismo más ético, sostenible y justo para todos.
Ejemplos de viajes responsables
- Viaje a San Francisco, EE.UU.: La ciudad cuenta con muchas actividades infantiles accesibles sin coche, una política de reducción de residuos plásticos y varios hoteles ecoturísticos. Es ideal para que los niños aprendan sobre sostenibilidad mientras disfrutan de parques y transporte sustentable.
- Excursión familiar al Volcán Tenorio, Costa Rica: Alojarse en una granja comunitaria cercana permite a la familia apoyar la economía local y que los niños participen en actividades agrícolas tradicionales y cuidado de animales.
- Camping ecológico en Gales: Acampar en campings verdes y visitar parques que enseñan estilos de vida sostenibles hace que la familia se conecte con la naturaleza y aprenda sobre ecología de forma divertida.
- Viaje a Fiyi: Evitar resorts y alojarse en aldeas permite descubrir la cultura local mientras el turismo beneficia directamente a la comunidad. Los adolescentes pueden participar en proyectos de conservación marina y comunitaria.
- Exploración del Parque Nacional Khao Sok, Tailandia: Alojarse en lodges comunitarios y hacer actividades ecológicas como rafting y ciclismo es una forma de disfrutar la naturaleza con bajo impacto ambiental.
- Voluntariado en familia: Participar en proyectos de voluntariado vinculados a la conservación o ayuda comunitaria es enriquecedor y une a la familia en un propósito sostenible.
- Campamentos familiares y senderismo: Escoger rutas adecuadas para niños, con actividades educativas en contacto con la naturaleza permite divertirse y aprender respetando el entorno.