6 medidas urbanas para mejorar la gestión de residuos sólidos y reducir emisiones

¿Cómo las ciudades lideran las gestión de residuos sólidos? Entre 7,000 y 10, 000 millones de toneladas de residuos urbanos se producen cada año. Una de cada dos personas en el mundo no tiene acceso a sistemas de eliminación controlados.

La gestión sostenible de la basura mejora el medio ambiente y la economía de las urbes. Sin duda, es un gran reto de las grandes ciudades… Cuál es la ciudad con la mejor gestión de residuos sólidos?

La gestión inadecuada de la basura es un gran problema global para la salud, la economía y el medio ambiente, advierte el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA) en un estudio.

Sus responsables destacan que los sistemas para resolver este problema existen, y que mejoran la calidad de vida y el medio ambiente, y son un buen negocio, como lo demuestran varias poblaciones que los han implantado con éxito.

La mejora de la gestión de residuos ofrece recompensas rápidas y locales a todas las ciudades, desde las que inician procesos de gestión de residuos por primera vez hasta las que tienen procesos avanzados de gestión de residuos y están pasando a un enfoque de cero residuos.

6 acciones más impactantes que una ciudad puede llevar a cabo para mejorar la gestión de residuos.

  1. Recogida universal y eliminación segura en toda la ciudad. Contar con infraestructura de recogida, sistemas de transferencia y disposiciones operativas. Colaborar con el trabajo informal de los residuos para desarrollar una estrategia para formalizarlo. Garantizar la eliminación en un vertedero sanitario con quema de gases (se recomienda el uso de gas del mismo vertedero) para producir energía y reducir y desviar los residuos.
  2. No invertir en la incineración de residuos. La incineración no es la solución «rápida», baja en carbono y productora de energía que se suele presentar. Es cara, ineficaz en comparación con las fuentes de energía limpias, requiere fuertes controles ambientales, libera gases de efecto invernadero y obliga a las ciudades a producir grandes volúmenes de residuos para «alimentar» la incineradora, lo que desincentiva el reciclaje y otros esfuerzos de reducción y desviación de residuos
  3. En la gestión de residuos, centrarse en la reducción y tratamiento de los residuos alimentarios. Conocer la cantidad que se generan, contar con una estrategia de recogida selectiva de alimentos y residuos orgánicos. Usar el compostaje.
  4. Aumentar las tasas de reciclaje. En la gestión de residuos, establecer prioridades de reciclaje mediante la recopilación y el análisis de datos sobre residuos, o buscar datos de ciudades de tamaño similar.
  5. Reducir la generación de residuos y fomentar la economía circular en la ciudad. Establecer tasas de pago por tirar los residuos para animar a los usuarios a generar menos residuos. Introducir políticas de reutilización de edificios para nuevos usos y de recuperación de materiales para su reutilización mediante la deconstrucción. Esto es fundamental para reducir las cantidades de materiales que entran en el flujo de residuos cuando se demuelen los edificios.
  6. Establecer un objetivo de cero residuos para obtener beneficios sociales, económicos y medioambientales. Establezca objetivos progresivos para alcanzar al menos un 70% de desviación de la eliminación para 2030 y para eliminar la eliminación de residuos para 2050. Asegúrese de medir los progresos.

Son casos de diez ciudades con una gestión de residuos ejemplar.

Diez ciudades con una gestión de residuos sólidos ejemplar

El informe de la UNEP y la ISWA indica los beneficios de una gestión sostenible de los residuos: ahorro público (la falta de sistemas adecuados cuesta a los países entre cinco y diez veces más que las inversiones necesarias), enormes reducciones de gases de efecto invernadero (GEI) implicadas en el cambio climático, creación de millones de empleos verdes y beneficios económicos estimados en cientos de miles de millones de dólares.

Los responsables del estudio enumeran ciudades de los cinco continentes que han apostado por diversos sistemas con ejemplares resultados.

Estas urbes demuestran que no solo se reduce el problema de las basuras, sino que se consiguen varios beneficios económicos y ambientales. A continuación se detallan los casos de diez ciudades del informe, en orden alfabético:

Gestión de Residuos en Bo Sierra Leona

La segunda urbe de este país africano tiene 167.000 habitantes y genera más de 120 toneladas de basura diarias. En 2013 estableció un original programa de gestión de residuos con el apoyo de fundaciones de ayuda al desarrollo, los ciudadanos y el uso de los residuos para crear nuevos productos y empleos locales.

Bogotá Colombia Gestión de Residuos

Con 7,5 millones de habitantes, produce más de 7.500 toneladas de basuras urbanas al día. Un sistema mixto público privado con recicladores informales y programas de Basura Cero desvía 1.200 toneladas diarias de desechos del vertedero y da empleo a 8.250 personas.

Cebú Filipinas

Tras Manila, con casi un millón de habitantes, Cebú es el centro económico más importante del país asiático.

En 2005 diseñó un plan de gestión sostenible de residuos junto al sector privado y ONG locales, con separación de residuos biodegradables, reciclables y orgánicos en origen, campañas de educación ambiental, voluntarios o un sistema de multas e incentivos, que ha reducido la basura un 30% en 2012 y generado unos 200 empleos verdes.

Cochabamba Bolivia Gestión de Residuos

Con 630,000 habitantes es una de las poblaciones más grandes del país, con una producción de 500 toneladas diarias de residuos domésticos.

La puesta en marcha en 2007 de un sistema informal de recicladores («Ecorecolectores») consiguió la recogida y tratamiento de 29.000 toneladas de residuos anuales y la creación de 443 puestos de trabajo.

Daca Bangladés

Es una de las ciudades más pobladas del mundo, con sus más de 14 millones de habitantes. Ante la acumulación de basura en la calle, activistas de la sociedad civil comenzaron exitosas campañas de recogida, apoyadas después por instituciones y agencias internacionales de desarrollo que se han replicado en otras partes de Asia.

Entre ellas destaca un sistema puerta a puerta en hogares y mercados de verduras para su posterior compostaje.

Flandes Bélgica

Posee el crecimiento en la recuperación de los residuos más alta de Europa, pasando de casi cero en 1980 a más del 70% en 2013. Este hito ha sido posible con una mezcla de políticas sociales, fiscales y legales, educación ambiental, centros de reutilización o el sistema «Pay As You Throw» (PAYT): cuanto menos basura producen sus ciudadanos, menos impuestos o tasas municipales pagan.

Malmö Suecia

Ha integrado un «modelo de eco-ciclo» que incluye separación en origen, instalaciones que generan energía de la basura, reutilización, reciclaje y compostaje a partir de restos de comida y jardín.

Gracias a ello los residuos que llegan al vertedero han pasado del 22% en 2001 al 0,7% en 2013; se cubre el 60% de las necesidades de calefacción de Malmö y el área de Burlöv, evitando combustibles fósiles; y se producen 25,000 toneladas anuales de biofertilizante, 10,000 toneladas de compost, biogás equivalente a dos millones de litros de gasolina y varios metales, incluidos preciosos.

Milán Italia

Con 1.300.000 habitantes, es la primera ciudad de Europa con un sistema intensivo de separación en origen de residuos orgánicos, que supone hasta el 30% del total.

Tras implantarse en 2012, a mediados de 2014 se había extendido a toda la población, con beneficios ya visibles: se recogen unos 91 kilos de residuos orgánicos per cápita al año y se recuperan vía compostaje y/o digestión anaeróbica 120.000 toneladas (un 18% del total de la basura generada) anuales que ya no van a vertederos, además de que se reducen emisiones de GEI.

Kiribati Oceanía)

Se trata del «pequeño estado insular en desarrollo» más grande en territorio oceánico del planeta.

Desde 2000 puso en marcha una práctica de separación en origen; desde 2004, un sistema de depósito de envases de bebidas; y desde 2012, un sistema de pago por bolsas de basura que ha reducido la cantidad de basura y un 60% menos de residuos en vertedero.

Singapur Asia

Esta ciudad-estado de 5,5 millones de habitantes ha pasado de tirar la basura en los pantanos, en la década de los 60 del siglo pasado, al actual plan de gestión centrado en la idea de que los residuos son recursos.

Para ello se utilizan el aprovechamiento de la basura como energía (proporciona el 3% de la electricidad de la urbe), la recogida puerta a puerta y diversos programas de educación ambiental o de reducción de residuos de envases.