¿Qué es la terapia de exposición al frío? 4 formas de hacerlo y las precauciones que debes considerar

¿Para quién y para quién no es recomendable la terapia de exposición al frío? Como persona preocupada por su salud, es probable que esté dispuesta a salir de su zona de confort para probar nuevas tendencias y productos con prometedores beneficios antienvejecimiento. Sin embargo, cuando se trata de la terapia con agua fría, es posible que se detenga y se pregunte: ¿Merecen la pena los beneficios para la salud de exponer mi cuerpo a temperaturas gélidas?

Ya sea sumergiéndose en el océano helado o preparándose un baño de hielo en casa, la terapia de exposición al frío tiene beneficios tanto físicos como psicológicos. ¿Cuáles son los supuestos beneficios para la salud de la terapia con agua fría o terapia de exposición al frío?

¿Qué es la terapia de exposición al frío? La terapia de exposición al frío es una práctica que consiste en sumergirse en temperaturas frías. Para obtener resultados óptimos, las temperaturas deben estar entre 45 y 58 grados Fahrenheit o 7 y 14 grados Celsius. Esta forma de terapia proporciona una serie de beneficios para la salud física y mental, desde el apoyo inmunológico hasta la mejora del estado de ánimo.

A pesar de su reciente popularidad, la terapia de exposición al frío se remonta a siglos atrás. En la antigua Grecia se utilizaban prácticas similares para tratar heridas, lesiones, afecciones cutáneas y enfermedades. En el Imperio Romano, los gladiadores se sumergían en agua fría para aliviar los músculos doloridos tras la batalla.

Hoy en día, existen muchos métodos para beneficiarse de la exposición al agua fría, entre ellos:

  • Baños de hielo: Puedes llenar la bañera o un cubo de basura con agua fría y hielo para aprovechar los beneficios de la terapia de exposición al frío. Este es un método popular entre los atletas que buscan acelerar su recuperación muscular. Si utiliza este método, asegúrese de utilizar un cubo de basura nuevo y sin usar por motivos de higiene.
  • Cuerpos de agua: Dado que la mayoría de las masas de agua son frías por naturaleza, sumergirse en un lago, río u océano es una forma estupenda y natural de beneficiarse de la terapia con agua fría. No es necesario preparar nada; todo lo que tienes que hacer es darte un chapuzón refrescante.
  • Bolsas de hielo: Si te molesta una parte concreta del cuerpo, puedes utilizar la terapia de exposición localizada al frío aplicando bolsas de hielo en esa zona. Te ayudará a aliviar el dolor.
  • Caminar: ¿Vives en un clima frío? Dar un breve paseo al aire libre a bajas temperaturas puede tener efectos similares a los de la exposición al agua fría. Puede que sus vecinos le miren raro, pero cuanto menos abrigado vaya, más beneficios obtendrá.

¿Cuáles son los beneficios para la salud de la terapia de exposición al frío?

Aunque los efectos positivos de la exposición al agua fría se descubren continuamente, a continuación se enumeran los cinco principales beneficios conocidos de la terapia con agua fría.

1. Mejora la función inmunológica

¿Se pregunta si la terapia de exposición al frío tiene beneficios para el sistema inmunológico? Algunas pruebas sugieren que la exposición al agua fría puede estimular el sistema inmunitario, lo que podría mejorar su capacidad para combatir enfermedades.

Un estudio, por ejemplo, reveló que las personas podían estimular de forma natural su función inmunitaria mediante el uso de la terapia de agua fría. Sin embargo, estas técnicas de terapia con agua fría se utilizaron en combinación con ejercicios de respiración profunda y meditación, por lo que es difícil aislar el efecto individual que tuvo la exposición al agua fría.

2. Reduce el tiempo de recuperación muscular

Existe la creencia generalizada de que la exposición al agua fría después del ejercicio puede reducir el dolor muscular y acortar el tiempo de recuperación muscular.

La terapia de exposición al frío hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que reduce el flujo sanguíneo a los músculos «lesionados» después del ejercicio.

Aunque parezca contradictorio, esto puede ayudar a reducir la hinchazón y acelerar el proceso de curación. Por ejemplo, un estudio demostró que los atletas que hacían terapia con agua fría tenían menos dolor muscular que los que no la hacían.

3. Favorece la pérdida de peso

La exposición al agua fría puede favorecer la pérdida de peso. Las investigaciones sugieren que la exposición constante al agua fría ayuda al cuerpo a convertir el tejido adiposo blanco (WAT) en tejido adiposo marrón (BAT)

En otras palabras, transforma el tejido que almacena grasa en tejido que la quema para que el cuerpo pueda quemar más grasa. Este proceso puede resultar en una pérdida de peso adicional.

4. Ofrece un rápido impulso de energía

Esta ventaja podría ser obvia, ya que la exposición de la piel al agua helada es suficiente para despertar a cualquiera. Esto se debe a que la terapia de exposición al frío estimula la producción de adrenalina, haciéndote sentir más despierto y concentrado.

5. Puede mejorar la salud mental

La terapia con agua fría podría aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad. Los estudios sugieren que la exposición al agua fría disminuye el ritmo cardíaco, lo que reduce los niveles de estrés. Otro estudio demostró que los baños y duchas de hielo podrían ayudar a tratar los síntomas de la depresión.