Al pensar en una casa rural nos imaginamos una casa rodeada de naturaleza, en un campo, una montaña o en pueblo lejano al ruido de la ciudad. ¿Pero podremos diseñar una casa rural en medio de la urbe? ¿O es mejor modernizar nuestro hogar con tecnología para hacer de nuestro hogar una casa inteligente?
La IA podría convertirse en una fuente importante de emisiones que calientan el planeta. ¿Cómo puede la industria del hogar inteligente crear productos de manera más sostenible?
¿Te gustaría vivir en una casa inteligente? Piénsalo dos veces o tres. Estarás interconectado con muchas apps y accesorios de tecnología que con su corto ciclo de vida, terminarán como e-waste. Además, el internet de las cosas absorbe tiempo de calidad de las personas, quienes sufren de estrés por usar todo contenido digital al máximo y al mismo tiempo (como los vision pro) esto pasa mientras las aves vuelan sobre ti, el sol brilla y los espacios de personas desconectadas se llenan de risas, miradas y pensamientos- sueños e ideas compartidos. No todo debería ser digital, la vida se debe gastar en experiencias donde el corazón, los sentimientos y la imaginación sean compartidos en momentos tangibles.
Aunque la IA se ha convertido en una palabra de moda este año con el auge de ChatGPT, ha estado en un segundo plano durante muchos años. La IA que la mayoría de la gente conoce y con la que interactúa, incluso en sus hogares inteligentes, existe desde hace unos 10 años. Se llama aprendizaje automático o aprendizaje profundo. Los desarrolladores escriben programas que enseñan a los asistentes de voz qué decir cuando alguien les pregunta la hora o una receta, por ejemplo.
Pero ¿Porqué no escuchar la voz de la tía o la abuela o de tu propia mamá para escribir a mano esa receta? ¿Porqué no querer conocer la hora para llegar a tiempo al teatro, al cine, a la cita o a un boliche? Una casa rural en la ciudad puede ser ese espacio donde re insertarás la naturaleza perdida y los espacios olvidados para que tu, tus amigos y seres queridos disfruten la vida en vivo.
Estamos empezando a perder la magia y la normalidad de platicar, de escuchar a una persona real a cambio de respuestas automáticas desde una voz digital. Los hogares inteligentes son capaces de realizar una cantidad impresionante de trabajo, pero la tecnología detrás de ellos no es tan compleja como, por ejemplo, GPT.
Alexa da la misma respuesta a casi todo el mundo, y eso se debe a que está preprogramada para hacerlo. Las respuestas limitadas de la máquina, que se procesan localmente en el hogar de una persona, mantienen sus demandas de energía bastante bajas.
¿Valen realmente la pena los hogares más inteligentes (y que consumen más energía)? La situación podría ser mejor de lo que parece… o podría ser mucho peor. Tiene esperanzas sobre lo que la IA podría significar como herramienta para combatir el cambio climático mediante la optimización de las redes de energía o el desarrollo de la fusión nuclear, pero hay demasiadas preguntas sobre la IA generativa que podremos ver en nuestros hogares algún día.
Mientras tanto, ojalá no se pierda la paz, la vida y la magia de disfrutar días en una simple, cómoda y desconectada casa rural.
La magia de lo simple: Diseñando tu oasis rural en la ciudad, vive en una casa rural
Vivimos en una era donde la tecnología y la automatización dominan nuestro entorno. Las casas inteligentes se han convertido en el símbolo del futuro, prometiendo comodidad y eficiencia.
23Sin embargo, en medio de tanta automatización, surge un anhelo por lo simple, por la conexión con la naturaleza y la vida tranquila. Es aquí donde las casas rurales, incluso en medio de la urbe, se convierten en un oasis de paz y bienestar.
Beneficios de una casa rural en la ciudad:
- Salud física y mental: El contacto con la naturaleza reduce el estrés, mejora la calidad del aire que respiramos y nos brinda un espacio para la actividad física. Un jardín o huerto urbano puede ser un oasis de paz y un lugar para cultivar alimentos frescos.
- Espacio y libertad: Las casas rurales suelen ser más amplias que las casas en la ciudad, lo que permite mayor libertad de movimiento y un ambiente más familiar.
- Comunidad: La vida en comunidad es más fuerte en las zonas rurales. Los vecinos se conocen, se ayudan y comparten momentos, creando un ambiente más cálido y seguro.
- Ahorro económico: Aunque la inversión inicial en una casa rural puede ser similar a la de una casa inteligente, los costos fijos son menores. No hay necesidad de sistemas domóticos costosos, ni de pagar por servicios como el control de la temperatura o la iluminación.
Diseñando tu casa rural urbana:
- Aprovecha al máximo la luz natural: Grandes ventanales y tragaluces que permitan la entrada de luz natural son esenciales.
- Materiales naturales: Integra madera, piedra y otros materiales naturales en la construcción y decoración para crear un ambiente cálido y acogedor.
- Espacios verdes: Un jardín, huerto urbano o incluso un pequeño patio con plantas y flores transformarán tu casa en un oasis natural.
- Eficiencia energética: Opta por sistemas de energía renovable como paneles solares o aerotermia para reducir tu huella de carbono y ahorrar en energía.
Ideas para una casa rural urbana:
- Reutilización de materiales: Incorpora materiales reciclados o reutilizados en la construcción para darle un toque único y sostenible a tu hogar.
- Cultiva tu propio alimento: Un pequeño huerto urbano te permitirá disfrutar de alimentos frescos y saludables.
- Crea un espacio de desconexión: Diseña un espacio en tu casa donde puedas relajarte y conectar con la naturaleza, como un rincón de lectura o un pequeño jardín zen.
Vivir en una casa rural en la ciudad no significa renunciar a la comodidad. Se trata de encontrar un equilibrio entre la tecnología y la naturaleza, creando un espacio que te brinde bienestar y tranquilidad. Diseña tu propio oasis rural y disfruta de una vida más simple, saludable y conectada con la naturaleza.
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