¿Qué es contaminación electromagnética? ¿Cómo afecta 5G a la salud?

La contaminación electromagnética es causada por la exposición excesiva de las personas a emisiones electromagnéticas generadas por antenas de telefonía, líneas de alta tensión, transformadores y otras radiaciones cuyo origen es el propio ser humano.

El 24 de junio se celebra el Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética 2020. 

Una fecha que no debemos pasar por alto en el calendario medioambiental, sobre todo ahora que es vital para toda la población saber a los daños para la salud y para el medio ambiente al que está expuesta con la apresurada instalación de antenas 5G, que se han colocado por todo nuestro país, por todo el planeta, durante el confinamiento.

Además, tendremos muchos más dispositivos conectados al mismo tiempo: los electrodomésticos de las casas, el mobiliario urbano, los coches… ¡Todo! El famoso «internet de las cosas» será una realidad. Por otra parte, el tiempo de respuesta de la red, la conocida como latencia, se reducirá hasta límites imperceptibles, permitiendo conectarse en tiempo real, sin ningún tipo de retraso.

Los estudios científicos sobre el peligro del 5G. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2006 un artículo científico titulado Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías inalámbricas, donde analizan los posibles daños relacionados con las tecnologías inalámbricas. Dicho documento concluía que

Teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de RF procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud».

Efectos de las redes de comunicación en la salud. La extensión del uso de los nuevos sistemas de comunicación que utilizan como vehículo de transmisión el espacio radioeléctrico han puesto de actualidad, sus posibles efectos sobre la salud.

El uso masivo de la telefonía inalámbrica se ha producido cuando aún en la
comunidad científica no existía un consenso sobre los efectos de estos sistemas sobre los componentes biológicos en humanos y en animales desde el nivel celular hasta los comportamientos sociales.

La controversia sobre los posibles efectos de los campos electromagnéticos sobre la salud se viene manteniendo desde finales de los años 60 y ha dado lugar a que los organismos oficiales hayan establecido normativas de seguridad.

Esta situación se ha agudizado en el caso de la telefonía móvil, se puede considerar que , en este caso, las normativas de seguridad frente a la exposición de la población.

¿Qué dice la ciencia sobre la contaminación electromagnética?

De acuerdo con la evidencia científica, los límites actuales de emisión y exposición son seguros», afirman los expertos, que han mantenido una reunión esta semana. «No hay ningún estudio científico serio» que demuestre que estas emisiones, en los niveles en que se dan en el día a día, sean peligrosos, insisten.

Sin embargo, por prudencia y ante la demanda social, la ciencia continúa investigando sobre los efectos a largo plazo», matizan, con la mesura propia de los científicos.

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