Después de la pandemia los refugios de animales en EEUU comenzaron a llenarse, y ya empiezan a colapsar. Lo que obliga a cientos de refugios de animales a empezar a sacrificar por las limitaciones de espacios y recursos para mantener a tantos perros y gatos abandonados.
La tendencia amenaza el inmenso progreso que los refugios de animales han logrado para reducir la cantidad de animales sacrificados desde la década de 1970, cuando 13,5 millones de los 65 millones de perros y gatos en los EE. UU., más de una quinta parte, fueron sacrificados. En 2019, se sacrificaron menos de un millón de perros y gatos , alrededor del 0,7% de los 135 millones en EEUU.
¿Qué está impulsando la crisis de los refugios de animales en Estados Unidos?
El estado de los refugios de animales se puede rastrear en gran medida mediante una métrica simple: cuántos animales ingresan a los refugios versus cuántos se van, lo que se conoce como la brecha de población.
Un animal puede ser llevado a un refugio porque fue recogido como un perro callejero (la razón más común), entregado por su dueño o rescatado de un caso de crueldad o de una fábrica de cachorros . Los animales abandonan los refugios cuando sus dueños los encuentran, los adoptan, los transfieren a otro refugio o los sacrifican (casi el 15% de los casos en 2019).
En 2020, cuando la gente estaba adoptando animales de refugio a un ritmo récord, un 2% más de animales abandonaron los refugios de los que entraron en el transcurso del año, según Shelter Animals Count.
Pero en 2021, esa cifra se invirtió: un 2% más de animales ingresaron a los refugios de los que se fueron, ya sea como extraviados o entregados por sus dueños. En 2022, la tendencia empeoró: un 4% más de animales ingresaron a los refugios de los que se fueron. Puede que no parezca mucho, pero cada punto porcentual equivale a decenas de miles de animales.
Shelter Animals Count proyecta que para fines de 2023, la brecha de población aumentará hasta el 5%
Perros y gatos callejeros están colapsando los refugios de animales en EEUU
Muchos de los animales que ingresan actualmente a los refugios son callejeros. Si bien las tasas de abandono de los propietarios han disminuido en los últimos años, ha habido un aumento del 8% en las tomas extraviadas de enero a junio de 2023 en comparación con el mismo período de 2022, y un aumento del 26 % en comparación con el mismo período de 2021. Pero, ¿por qué tantos vienen de las calles es un misterio.
Una teoría es que algunos de estos perros callejeros son solo dueños que se rinden disfrazados. En 2020, debido a las precauciones de Covid-19, muchos refugios de animales dejaron de permitir que las personas entraran y entregaran a sus animales, y en su lugar les exigieron que hicieran una cita, una práctica que muchos refugios han mantenido. La demanda de citas de entrega ahora es tan alta que muchos refugios tienen largas listas de espera.
Por lo tanto, el aumento de animales callejeros podría representar simplemente a personas que intentan saltarse la línea de entrega al afirmar que encontraron un animal callejero (lo que no requiere una cita). O podrían estar simplemente abandonándolos en la calle.
¿Porqué están abandonando perros y gatos?
Es tentador juzgar a las personas que entregan a sus animales, y algunos seguramente lo hacen por razones superficiales, como decidir que una mascota es demasiado inconveniente o no entrenarlos adecuadamente. Pero la razón principal por la que tantas personas están renunciando a sus mascotas, especialmente a los perros, es porque simplemente no pueden permitirse el lujo de mantenerlos.
Para las familias de bajos ingresos, es bastante difícil encontrar viviendas asequibles, y las viviendas asequibles que admiten mascotas son aún más difíciles de conseguir. Muchos edificios de apartamentos prohíben ciertas razas o perros con un peso determinado. Los refugios de animales están aceptando un número especialmente alto de perros grandes de más de 20 kilos.
Sé Responsable: Si no puedes, no adoptes animales. Su salud, calidad de vida es tu responsabildad Los costos veterinarios también han superado considerablemente la inflación desde julio de 2022 hasta julio de 2023 debido a los aumentos en el costo de los suministros médicos y el aumento de los salarios debido en parte a la escasez de veterinarios.
Algunos veterinarios culpan en parte a la adquisición corporativa y de capital privado de clínicas y hospitales por el aumento de los costos de atención veterinaria. También hay una escasez de trabajadores de refugios, que es parte de una escasez del mercado laboral en toda la economía.
Algunas personas pueden estar entregando a sus mascotas porque tener una mascota es simplemente difícil, especialmente con animales que tienen dificultades para adaptarse a la vida posterior a la pandemia después de años encerrados con sus dueños. Muchos dueños de perros reportan problemas de comportamiento cuando regresan a la oficina o llevan a sus animales poco socializados a espacios públicos.
Durante la pandemia COVID muchos servicios de esterlización se cancelaron. Parte del problema de los perros callejeros también podría deberse a la reducción del acceso a la esterilización y la castración en los meses iniciales de la pandemia de covid-19, ya que las oficinas veterinarias suspendieron los servicios no esenciales.
La esterilización y castración de mascotas es clave para mantener bajas las poblaciones de refugios y reducir la cantidad de animales sacrificados porque evita que tengan bebés que puedan terminar en un refugio. Los animales intactos, aquellos que no han sido esterilizados o castrados, también tienden a tener tasas más altas de ciertos problemas de comportamiento, como mayor agresión e intentos de escape (en el esfuerzo por encontrar pareja), lo que podría resultar en más extravíos y rendiciones.
Los hogares están prefiriendo más gatos que perros ¿Porqué esta tendencia? En medio de todas estas malas noticias, hay un lado positivo: los gatos están teniendo un momento. Las tasas de adopción de gatos son mucho más altas que las de los perros, lo que tiene sentido en el contexto de la crisis de la vivienda y la inflación, ya que los gatos son más asequibles y tienen menos restricciones de vivienda.
