2 formas de promover el consumo responsable y adoptarlo por menos basura

Qué es el consumo responsable. Consumo responsable es un concepto defendido por organizaciones ecológicas, sociales y políticas que consideran que la humanidad haría bien en cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y optando en el mercado por bienes y servicios que favorezcan la conservación del medio ambiente, la igualdad social y el bienestar de los trabajadores.

La forma en la que consumimos son la causa y la consecuencia de muchos problemas medioambientales que enfrenta hoy el planeta: la deforestación, la invasión plástica, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, por ello, las pequeñas decisiones que tomamos todos los días sobre qué comer, dónde comprar o cuánto gastar importan más de lo que creemos. Te explicamos por qué:

Consumo masivo consumo responsable

El consumo masivo, el consumismo o el consumo como estilo de vida, ha atravesado la mayor parte de las clases y estamentos sociales, y se ha venido formando y forjando en una época y lugares muy concretos del desarrollo del sistema capitalista, debido al crecimiento exponencial
de la productividad, que tuvo como resultado almacenes y estantes rebosantes de artículos de consumo.

El consumo responsable se entiende ante todo como actitud y comportamiento consciente ante las múltiples implicaciones y repercusiones que tienen los estilos de consumo personal y colectivo sobre gran parte de los problemas en nuestro mundo local y global: las crisis ambientales, socio-económicas y culturales, tanto en casa como en partes lejanas y alejadas de la vista.

Las corporaciones tienen responsabilidades importantes en detener los orígenes de la contaminación, sin embargo, le apuestan a continuar con las mismas prácticas bajo el argumento de que eso es lo que quieren sus consumidores.

El consumo responsable es una manera de consumir bienes y servicios teniendo en cuenta, además de las variables de precio y calidad, las características sociales y laborales del entorno de producción y las consecuencias medioambientales posteriores.

Defiende el respeto a la sostenibilidiad tanto en el proceso de fabricación como en el de comercialización de cualquier producto o servicio.

El consumismo de hoy y lo que debe de cambiar

Hay muchos aspectos del consumo que, con sencillos cambios, pueden tener un gran impacto en el conjunto de la sociedad.

Por ejemplo, cada año, alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos —el equivalente a 1.300 millones de toneladas, por un valor aproxi- mado de 1 billón USD— termina pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y los minoristas, o deteriorándose a causa de las deficientes prácticas de recolección y transporte, algo que las empresas deben solucionar.

En lo que respecta a los consumidores, los hogares consumen el 29% de la energía mundial y contribuyen al 21% de las emisiones de CO2 resultantes.

Sin embargo, si toda la población mundial pasara a utilizar bombillas de alto rendimiento energético, ahorraríamos 120.000 millones USD al año. La contaminación de las aguas es también una cuestión apremiante que exige una solución sostenible.

Estamos contaminando el agua más rápidamente de lo que la naturaleza puede reciclar y purificar en los ríos y los lagos.

¿Cómo puedo ayudar como empresa? Hacia el consumo responsable

Encontrar nuevas soluciones que ofrezcan modalidades de consumo y producción sostenibles redunda en interés de las empresas.

Es preciso comprender mejor los efectos ambientales y sociales de los productos y servicios, tanto de los ciclos de vida de los productos como de la forma en que estos se ven afectados por su utilización en los estilos de vida.

La identificación en la cadena de valor de los “puntos críticos” donde las intervenciones tienen mayor potencial para mejorar los efectos ambientales y sociales del sistema en su conjunto es un primer paso fundamental.

Las empresas pueden también utilizar su poder innovador para diseñar soluciones que puedan inspirar y motivar a las personas a llevar estilos de vida más sostenibles, reduciendo los efectos y aumentando el bienestar.

¿Cómo puedo ayudar como consumidor? Hacia el consumo responsable

El consumo responsable nace y se desarrolla en un sector minoritario de las sociedades opulentas de los países industrializados como respuesta consciente, crítica y transformadora ante lo que ha llegado a ser y significar la cultura dominante del consumo de masas, el consumismo desenfrenado como “estilo de vida”, la sociedad del “usar y tirar”. Necesitamos una economía circular. más circularidad.

Existen dos formas principales de ayudar:

  • Reducir los desechos; y
  • Actuar de forma reflexiva a la hora de comprar y optar por una opción sostenible siempre que sea posible.

Reducir los desechos que generamos puede hacerse de muchas maneras, desde asegurarnos de no tirar alimentos hasta reducir el consumo de plástico, que es uno de los principales contaminantes del océano.

Llevar una bolsa reutilizable, negarse a utilizar pajas de plástico y reciclar las botellas de plástico son algunas de las formas de contribuir cada día. Tomar decisiones informadas a la hora de comprar también ayuda.

Por ejemplo, la industria textil es hoy el segundo mayor contaminador de agua potable después de la agricultura, y muchas empresas de moda explotan a los trabajadores textiles en los países en desarrollo. Si hacemos nuestras compras a proveedores locales y sostenibles, podemos marcar la diferencia y ejercer presión sobre las empresas para que adopten prácticas sostenibles.

Medidas prioritarias para el consumo Responsable crítico, consciente y responsable en el mundo actual

  • Considerar el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida del producto a comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto.
  • Determinar la huella ecológica producida por un determinado estilo de vida y consumismo.
  • Determinar qué empresas, productos y servicios respetan el medio ambiente y los derechos humanos para preferirlos frente a otros que no cumplan con los citados requisitos.
  • Plantear el tipo de comercio que se desea favorecer.
  • Asegurar la calidad de lo comprado.
  • Determinar qué daño haría a usted o su negocio si lo que compró no es legal según su país.

El concepto de consumo responsable es relativamente novedoso y ha comenzado a utilizarse en los últimos años para marcar la necesidad de las poblaciones humanas respecto de cambiar sus hábitos de consumo y la forma en la que las mismas afectan al medio ambiente.