Durante los fríos intensos de enero 2024, los propietarios de autos Tesla en el área de Chicago se enfrentaron a una realidad escalofriante: numerosas estaciones de carga de vehículos eléctricos (EV) fallaron durante un clima excepcionalmente frío. Este problema inesperado dejó a los conductores varados, lo que revela un desafío importante para la tecnología de vehículos eléctricos en condiciones extremas.
La crisis se desarrolló cuando las temperaturas cayeron, y los conductores de los autos Tesla en Chicago se encontraron en una situación difícil. En una popular estación de carga cerca de 95th Street y Western Avenue, por ejemplo, numerosos conductores quedaron con las baterías agotadas y no pudieron cargar sus vehículos.
Autos Tesla no superan el reto del intenso invierno en Chicago
Algunos propietarios de autos Tesla informaron que lo que debería haber sido una carga de 45 minutos se convirtió en una espera agotadora de más de dos horas. Muchos quedaron atrapados afuera en temperaturas bajo cero. Otros no pudieron cargar sus coches en absoluto.
La situación se vio agravada por el número insuficiente de cargadores en funcionamiento. Las estaciones superpobladas y los tiempos de carga prolongados crearon una acumulación de vehículos.
Esto provocó un efecto de bola de nieve desbocado en el que los coches eléctricos se alineaban esperando una oportunidad para recargarse. Esto no sólo fue un gran inconveniente para muchos propietarios de autos Tesla, sino que también generó preocupaciones sobre la preparación de la infraestructura de vehículos eléctricos para soportar condiciones climáticas extremas.
El impacto del frío en el rendimiento de los autos TESLA
El problema central radica en la sensibilidad de las baterías de los vehículos eléctricos a las temperaturas extremas. En climas fríos, las reacciones químicas dentro de las baterías se ralentizan, lo que reduce la eficiencia y la producción de energía.
Esto se manifiesta en tiempos de carga más largos y una autonomía de conducción reducida. Los estudios han indicado que las temperaturas bajo cero pueden reducir la autonomía de conducción de los vehículos eléctricos hasta en un 30%. En consecuencia, un vehículo eléctrico con una autonomía promedio de 200 millas podría tener dificultades para cubrir más de 140 millas en tales condiciones.
Esta disminución en el alcance y la eficiencia plantea desafíos importantes, particularmente cuando se combina con una infraestructura de carga que ya está sobrecargada. Los recientes acontecimientos en Chicago sirven como un ejemplo del mundo real de estos desafíos, destacando la necesidad de mejoras tanto en la tecnología de los vehículos como en la capacidad de la red de carga.
El papel de la infraestructura y la preparación de los autos TESLA ante fríos extremos. La situación en Chicago también resalta la importancia de una infraestructura de carga sólida y confiable para la adopción de vehículos eléctricos. En este caso, la combinación de una mayor demanda de energía para la calefacción de baterías y una alta concentración de vehículos resultó en una tormenta perfecta.
Este problema no es exclusivo de Tesla o del Medio Oeste; es un desafío que todos los fabricantes de vehículos eléctricos y proveedores de infraestructura deben abordar, especialmente a medida que crece la adopción de vehículos eléctricos.
En climas más fríos como Noruega, los propietarios de vehículos eléctricos se han adaptado a estos desafíos precalentando la cabina de su automóvil mientras aún están conectados a un cargador y conduciendo de manera más conservadora para preservar la vida útil de la batería. Con una planificación e infraestructura adecuadas, los vehículos eléctricos pueden funcionar eficazmente en climas fríos.
Conduciendo autos TESLA a través del frío. Como señala Scott Case, director ejecutivo de Recurrent, una empresa de investigación de baterías, «el clima frío reduce la autonomía en un viaje individual, pero no afecta la batería a largo plazo». Esta información ofrece un rayo de esperanza para los propietarios de vehículos eléctricos: si bien pueden enfrentar desafíos en condiciones extremas, la viabilidad y el rendimiento a largo plazo de sus vehículos permanecen intactos.
Los propietarios de vehículos eléctricos también deberían leer de forma proactiva los consejos de sus fabricantes sobre cómo afrontar estas circunstancias. Por ejemplo, Tesla recomienda mantener el nivel de carga por encima del 20% para minimizar el impacto del clima frío.
Para el floreciente mercado de vehículos eléctricos, el camino a seguir es claro: la innovación continua y el desarrollo de infraestructura serán clave para garantizar que estos vehículos puedan servir de manera confiable a sus propietarios, independientemente del clima.
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