El comercio necesita de una economía circulante para reducir su impacto ambiental al 2030

ECONOMÍA CIRCULANTE. Por muchos años el reciclaje era la opción lógica para tratar a los desechos. Hoy nos dimos cuenta que la basura seguía acumulándose gracias a los contenedores de reciclaje. ¿Cómo no generar basura, entonces? Con la Economía Circulante.

Separar la basura fue la regla de oro para cuidar el medio ambiente cuando se nos estaba escapando el origen del problema:

No generar basura a través del rediseño de procesos, empaques y productos para que todo lo que se relacione con el producto final pueda volver a usarse o reutilizarse. De esto va la economía circulante. ¡Vaya tarea, verdad?

Entonces debemos cambiar muchas cosas y empezar a transformarnos. Descubre Cómo la economía circular está transformando la forma de hacer las cosas.

En la práctica, la economía circular implica reducir el desperdicio al mínimo… Cuando un producto llegar al final de su vida, sus materiales se mantendrán dentro de una economía, si estos fueron recuperados a través del reciclaje. A través de la economía circulante, estos materiales se podrán utilizar y reutilizar una y otra vez, creando más valor.

Economía Circulante en el Comercio

La economía en la industria

La economía utiliza materiales que se extraen nacionalmente o se importan. Estos materiales se procesan para proporcionar energía (por ejemplo, combustibles fósiles y alimentos) y materiales. 

Los materiales pueden consumirse rápidamente (por ejemplo, empaques, periódicos o baterías) o conservarse durante más tiempo en existencias de materiales (por ejemplo, productos electrónicos, muebles, edificios e infraestructura). 

Una vez que se descartan los productos de vida corta y se derriban las existencias de materiales, se convierten en desechos y pueden reciclarse. Después del uso de energía (en el caso de alimentos y combustibles) o del tratamiento final (en el caso de productos), los materiales salen de la economía en forma de emisiones y residuos.

El principal desafío está relacionado con el aumento de las existencias de materiales: las existencias de materiales están creciendo a un ritmo elevado con adiciones netas de 2,6 Gt/año (o el 35 % de los materiales procesados). 

Debido al aumento de las existencias de materiales (autos y camionetas, camiones y barcos, equipo eléctrico, equipamiento mecánico, infraestructura, edificios, artículos metálicos, empaques, artículos de uso doméstico, papelería,…) y aún seguiríamos necesitando importantes insumos de materias primas incluso si reciclamos el 100% de los materiales desechados hoy. 

Se espera que las reservas de materiales sigan creciendo en las próximas décadas y que el uso mundial de recursos materiales se duplique entre 2010 y 2030.

El diseño ético en la Economía Circulante

En una economía circular, los productos y los materiales que contienen son muy valorados. Esto contrasta con el modelo económico lineal tradicional, que se basa en un patrón de «tomar-hacer-consumir-tirar». En la práctica, una economía circular minimiza los residuos mediante la reutilización, reparación, renovación y reciclaje de materiales y productos existentes.

Una economía circular se basa en los principios de diseño de desechos y contaminación, mantenimiento de productos y materiales y regeneración de sistemas naturales.

La economía circular surge como una alternativa que permite desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y del deterioro ambiental

Sobre la Economía Circulante

¿Porqué debemos apoyar la transición de la economía lineal a la economía circulante? Porque nuestra forma de hacer cosas está llegando al límite natural. Esto debe cambiar. El sistema actual ya no funciona para empresas, personas o el medio ambiente.

Tomamos recursos del suelo para fabricar productos, que usamos, y, cuando ya no los queremos, los tiramos. Take-make-waste. Llamamos a esto una economía lineal. Una economía que por décadas y hasta hoy es usada por todas las industrias que hoy nos contaminan a matar.

Esta economía lineal tiene que cambiar por una economía circular. Debemos transformar todos los elementos del sistema de recolección de residuos:

Cómo gestionamos los recursos, cómo fabricamos y usamos los productos, y qué hacemos con los materiales después. Solo así podremos crear una economía próspera que pueda beneficiar a todos dentro de los límites de nuestro planeta.

Qué es la Economía Circulante, el modelo económico de la nueva generación por un futuro sostenible

La economía circular es una nueva forma de diseñar, hacer y usar cosas dentro de los límites planetarios.

Cambiar el sistema involucra a todos y a todo: Empresas, gobiernos e individuos; nuestras ciudades, nuestros productos y nuestros trabajos. Al diseñar los desechos y la contaminación, mantener los productos y materiales en uso y regenerar los sistemas naturales, podemos reinventar todo.

La economía circular sirve para crear nuevos modelos de negocio La transición hacia una economía circular debe ser encabezada por convencimiento y por necesidad. Cada vez que nos deshacemos de un móvil o una tableta estamos tirando dinero a la basura

Avanzar hacia una economía más circular podría generar beneficios, incluida una reducción de la presión sobre el medio ambiente; mayor seguridad del suministro de materias primas; y mayor competitividad, innovación, crecimiento y empleo. Sin embargo, también existen desafíos, como las finanzas, los facilitadores económicos clave, las habilidades, el comportamiento de los consumidores, los modelos de negocios y la gobernanza multinivel.

La historia nos recuerda que la manufactura nos ha contaminado (sin darnos cuenta)

Hemos estado en un punto de inflexión antes. En 1684, Thomas Savery inventó la máquina de vapor y cambió todo. Este invento inició la revolución industrial, que transformó nuestra capacidad de hacer cosas.

Las materias primas y la energía eran aparentemente infinitas, y la mano de obra estaba fácilmente disponible. Por primera vez en la historia, los bienes fueron producidos en masa.

Convertimos los recursos en una cantidad extraordinaria de productos.

Desde la revolución industrial, el rápido ritmo del progreso tecnológico ha continuado. Las innovaciones resultantes significan que muchos ahora tienen acceso a productos de todo el mundo a precios asequibles. Estos productos nos han traído a muchos de nosotros niveles de confort material inimaginables para las generaciones anteriores.

La Economía Circulante fomenta el uso inteligente de los recursos

En 2016, por ejemplo, se generaron en la Unión Europea 2.500 millones de toneladas de residuos (o unas 5 toneladas per cápita). Si bien la mayor parte provino de los sectores de la construcción (37 %), minería (25 %) y manufactura (10 %), los hogares representaron el 9 % del total.

De las 5 toneladas de residuos generadas per cápita, 4,5 toneladas fueron tratadas.

Principales fuentes de acumulación de residuos:

  • Industria de la Construcción. Materiales desechados en la demolición o renovación de edificios antiguos, así como material desechado durante la construcción de nuevos edificios.
  • Minas y Canteras. Los materiales se trasladaron para obtener acceso a los recursos minerales, es decir, la capa superior del suelo, la sobrecarga y la roca estéril.
  • Otros (incluido el tratamiento de residuos) Materiales desechados durante el tratamiento de residuos, por ejemplo durante la clasificación y el reciclaje.
  • Fabricación de las cosas. Cualquier material desechado durante los procesos de fabricación. Los residuos de fabricación incluyen una amplia variedad de materiales.
  • Hogares. Los residuos domésticos incluyen tanto la basura doméstica mixta como los residuos recogidos por separado, como el papel y el vidrio.

A través de una jerarquía de residuos se podrá adoptar un principio rector para la gestión de residuos ya que se podrá establecer un orden de prioridad para las opciones de prevención y gestión de residuos.

  • Prevención. Prevenir la generación de residuos, por ejemplo, reduciendo los envases o haciendo que los productos duren más. La prevención está más relacionada con el diseño y consumo de productos que con la gestión de residuos.
  • Preparación para la reutilización. Por ejemplo, reutilizar envases a través de sistemas de depósito o remanufacturar productos electrónicos (teléfonos, decodificadores)
  • Reciclaje. Por ejemplo, residuos de metales ferrosos y no ferrosos (por ejemplo, aluminio, cobre), vidrio, papel y cartón, caucho, plástico, madera y textiles, ya sean peligrosos o no.
  • Recuperación de energía. Quema de residuos en incineradores; en la mayoría de los casos, la energía producida se utiliza para generar electricidad y/o calor (utilizada, por ejemplo, en procesos de economía circulante en las industrias o sistemas de calefacción urbana)
  • Desecho (vertedero) Otro principio rector importante es el principio de que «quien contamina paga». Esto garantiza que los costos de prevención, control y limpieza de la contaminación se reflejen en el costo de los bienes.

Retos y Oprtunidades de la Economía Circulante en el Comercio:

  • Impacto Socio económico. A pesar del aumento de los costos de clasificación, recolección y reciclaje de residuos, las posiciones más altas en la jerarquía de residuos tienen un impacto económico general positivo.
  • Ahorro de los costes de las empresas. La economía circular podría suponer para las empresas de la UE un ahorro anual neto de costes de materiales de entre $250,000 y $465,000 millones de euros, es decir, entre un 12% y un 23% de sus costes de materiales.
  • Empleos de calidad. Los puestos más altos en la jerarquía de residuos crean empleos de mayor calidad.
  • Acción Climática. Las emisiones de gases de efecto invernadero se reducen a medida que la gestión de residuos asciende en la jerarquía de residuos. Esto se debe principalmente a que los vertederos liberan metano, un potente gas de efecto invernadero. Las propuestas actuales de la Comisión Europea para mejorar la gestión de residuos permitirían ahorrar 30 millones de toneladas equivalentes de CO2 al año (menos del 1% de las emisiones actuales).

Desafíos de la economía circulante en el comercio:

  • Prevención. Es necesario tomar medidas para abordar la falta de medidas eficaces de prevención de residuos y la falta de datos apropiados sobre la prevención de residuos. Esto incluye observar el diseño, la producción y el consumo de bienes.
  • ¿Reutilizar o Reciclar? La cuota de mercado de los envases domésticos reutilizables está disminuyendo. También existen conflictos potenciales entre los esquemas de reutilización de envases y los esquemas de reciclaje.
  • ¿Reciclar o Incinerar? La inversión necesaria para una gran capacidad de incineración puede crear un exceso de capacidad y tener un efecto de bloqueo que podría desincentivar el reciclaje. En general, el reciclaje sigue siendo una mejor opción de gestión de residuos, siempre que se mantenga la calidad del material.
  • Reciclaje no tóxico. Proteger a los consumidores de las sustancias tóxicas que se pueden encontrar en los residuos y garantizar que no haya sustancias tóxicas en los materiales reciclados.