¿Qué es un oxímetro de pulso? ¿Qué debes medir si sales positivo COVID19?

Un oxímetro de pulso es un dispositivo pequeño que parece una especie de horquilla o pinza para ropa, pero grande. Te lo puedes poner en el dedo cómodamente (la mayoría exige tener la uña hacia arriba) y en unos segundos se encienden unas luces con números que indican tu nivel de oxígeno en el cuerpo y tu ritmo cardiaco.

En el hospital, cuando los doctores tienen que decidir a quién enviar a casa, algunos criterios importantes son: ‘¿Cuál es tu nivel de oxígeno? ¿Cuál es tu pulso?. Con un oxímetro de pulso y un termómetro, podemos estar preparados y ser diagnosticados y tratados antes de enfermar de manera grave

La mayoría de la gente sana tendrá una lectura de oxígeno de entre el 95 y el 98 por ciento. Algunas personas con padecimientos preexistentes podrían tener una lectura normal más baja. Debes ponerte en contacto con tu doctor si el número baja del 92 por ciento.

Esta nota te ayudará a entender de que trata este aparato casero que puede ser de mucha ayuda, solo recuerda que viviremos con C19 durante meses. No lo neguemos ni tengamos pánico. No hagamos nuestras vidas inútiles y pendientes del virus. Aprendamos a ser felices y vivir con este hecho.

Hay opiniones divididas entre los funcionarios de salud en cuanto a la recomendación del monitoreo generalizado en casa con un oxímetro de pulso durante la crisis de COVID-19.

Los estudios de confiabilidad muestran resultados variados y hay pocos lineamientos para elegir uno. Sin embargo, muchos médicos están aconsejando a sus pacientes conseguir uno, lo cual lo está convirtiendo en el dispositivo predilecto de la pandemia.

El dispositivo también mostrará tu ritmo cardiaco. El ritmo cardiaco normal para un adulto en reposo oscila entre los 60 y los 100 latidos por minuto, aunque los atletas con un acondicionamiento cardiovascular mayor tendrán un pulso más bajo.

Consejo profesional: Una de las cosas que debes recordar acerca de la lectura de un oxímetro de pulso es que muchos de ellos son diseñados para ser leídos por alguien frente a ti, no por la persona que lo usa.

Cuando metes el dedo en un oxímetro de pulso, este emite diferentes longitudes de onda de luz a través de tu dedo (no se siente nada). Está en busca de hemoglobina, una molécula de proteína en la sangre que transporta el oxígeno. La hemoglobina absorbe diferentes cantidades y longitudes de onda de luz según el nivel de oxígeno que transporta.

Tu oxímetro de pulso mostrará una lectura numérica: un porcentaje que indica el nivel de saturación de oxígeno en la sangre. Si has ido a una consulta con algún doctor en los últimos veinte años, has usado un oxímetro de pulso.

El dispositivo funciona mejor con manos calientes que con manos frías. Además, debido a que los niveles de oxígeno pueden fluctuar, considera tomar mediciones varias veces al día. También pruébalo en distintas posiciones: por ejemplo, acostado o caminando. Toma notas para compartirlas con tu médico.

La mayoría de los técnicos de la salud colocarán el dispositivo en los dedos índices, pero un estudio con 37 voluntarios reveló que las lecturas más altas provienen del dedo medio de la mano dominante.

El segundo más cercano fue el pulgar dominante. Por lo tanto, si eres diestro, usa el dedo medio de la mano derecha. Si eres zurdo, usa el dedo medio de la mano izquierda. La diferencia entre los dedos es pequeña, así que, si prefieres el dedo índice, está bien.

Las uñas largas o el esmalte de uñas ¿afectan la lectura?

Sí. El esmalte negro puede afectar la precisión de la lectura. Las uñas muy largas dificultarán la inserción del dedo en la pinza.

Si tu lectura cae al 92% o menos, debes ponerte en contacto con tu médico. Pero no entres en pánico.

La buena noticia es que es mucho más fácil reforzar un nivel de oxígeno que está empezando a bajar que uno peligrosamente bajo.

Es posible que un monitor doméstico pueda dar una lectura defectuosa o usarse de forma incorrecta, lo que lleva a un paciente a buscar atención cuando no es necesario.

Si tú o alguien en tu casa muestra una lectura muy baja, puedes usar el aparato en una persona saludable, para confirmar que está funcionando bien y discutirlo con tu doctor.

Y el monitoreo en casa no debería darte una falsa sensación de seguridad. No ignores síntomas físicos, incluso si tus niveles de oxígeno están bien. Debes llamar a un doctor si tienes severa dificultad para respirar, fiebre alta, confusión o cualquier otro síntoma relacionado.

El beneficio del monitoreo es que potencialmente puede alertar de una disminución en tu salud respiratoria antes de que lo percibas. Y si te sientes realmente mal — como muchos pacientes de la COVID-19 se sienten durante un par de semanas— ver un nivel de oxígeno normal puede aliviar algo del estrés de la enfermedad.

Debido a que los oxímetros de pulso están en alta demanda, es posible que en este preciso momento no encuentres un modelo de la base de datos de la FDA y tengas que conformarte con lo que encuentres.

Una manera de confirmar su rendimiento es tomarte el pulso manualmente y comparar el resultado con la cifra que muestre el dispositivo. Recuerda: cuando uses un monitor, lo importante es la tendencia, no una sola lectura.

¿Es buena idea bajar una app simulador oxímetro de pulso?

Los dispositivos portátiles más nuevos y las aplicaciones basadas en cámaras utilizan una tecnología diferente para medir la saturación de oxígeno, y hasta ahora la mayoría de estos productos parecen no ser confiables.

Un estudio de 2019 en el American Journal of Emergency Medicine probó tres aplicaciones para iPhone que ofrecían la función de oximetría de pulso, pero todas ellas sacaron muy malas notas. Las aplicaciones eran “inexactas” y “tenían una limitada capacidad para detectar con precisión la hipoxia”, concluyeron los autores.

Si no puedes encontrar un oxímetro de pulso de inmediato, probablemente logres encontrar uno que pueda ser entregado en unas pocas semanas o un mes. Si te enfermas y no tienes un oxímetro de pulso casero, no te asustes. A la mayoría de personas les va bien sin ellos. También puedes pedirle prestado uno a un amigo (se desinfectan fácilmente) o hablar con tu médico para que te chequeen los niveles de oxígeno en un centro de atención de urgencias.

Aprovechamos para recomendarte no caer en recomendaciones falsas y medicamentos milagrosos como el dióxido de cloro.¡ No te auto mediques!