LOS TAMPONES DESECHABLES SON IMPOSIBLES DE RECICLAR Y CONTAMINAN BASTANTE. Uniéndose a otras metrópolis importantes, la Ciudad de México (CDMX) legisló prohibiciones sobre plástico de un solo uso en respuesta a la creciente crisis de contaminación.
A diferencia de otras ciudades que se han centrado en artículos como bolsas de compras, popotes de plástico y utensilios desechables para comer, la prohibición de la CDMX viene escrita de una manera que prohíbe todo plástico de un solo uso, a partir de 2021.
Nueva Ley de Residuos en CDMX incluye que prohiben tampones desechables, también
Tras la entrada en vigor de la prohibición de los plásticos de un solo uso, los anaqueles de los supermercados capitalinos ya no venden el producto; legisladoras sugieren utilizar copas menstruales u otras opciones ecológicas.
En las 16 alcaldías de la Ciudad de México es imposible conseguir tampones desechables, un producto básico para la higiene femenina ante la entrada en vigor de la ley de prohibición de plásticos de un solo uso.
Esta amplia prohibición del plástico de un solo uso también incluye tampones aplicadores, lo que provocó que el producto de higiene femenina no estuviera disponible en toda la ciudad de 20 millones de habitantes.
La ausencia resultante de tampones dentro de la ciudad ha provocado controversias sobre la prohibición del plástico de un solo uso y la respuesta resultante del gobierno. Es aún más peculiar que los tampones todavía estén disponibles fuera de los límites de la ciudad.
En lugar de revisar la prohibición del plástico de un solo uso y crear exenciones para productos de salud como los tampones, los funcionarios de la ciudad han recomendado que las mujeres comiencen a usar copas menstruales hasta que los productos de higiene femenina se proporcionen de forma gratuita como una cuestión de salud pública.
La copa menstrual es una excelente alternativa completamente amigable con el medio ambiente. Vamos a animar a su uso para reducir la contaminación
Alessandra Rojo de la Vega sobre tampones desechables
La respuesta pública a la falta de tampones ha sido considerada por algunos como el último ejemplo de cómo el gobierno se entromete en los cuerpos de las mujeres al limitar las opciones a la salud femenina, acusando a los funcionarios de legislar desde una posición privilegiada, ofendiendo que los tampones sean declarados «no esenciales» y frustración por otra imposición que se les ha impuesto a las mujeres.
tampones desechables
