Consejos para ahorrar en la factura de la luz y el gas día a día. Baja la factura CFE 2023

Para ahorrar en la factura de la luz hay que tener en cuenta algunos factores como el precio kwh o la compañía eléctrica que nos abastece de electricidad.

Toda persona tiene sus rutinas o su forma de organizar las tareas del hogar, y esto es algo que se refleja día a día en el consumo energético de una vivienda. Tanto para los más organizados, como para los que no tienen en cuenta con qué frecuencia ponen los electrodomésticos, hay trucos y recomendaciones muy útiles. Comprueba qué se puede mejorar y cómo.

El bimestre de verano sale muy alto el recibo de luz. ¿Cómo no pagar tanto en la próxima factura de la luz del siguiente verano y en cada bimestre?

La CFE y la Defensa de los Usuarios de Servicio Financieros (CONDUSEF) compartieron que pueds seguir los siguientes consejos para que el consumo de energía no sea excesivo, y por ende, tu factura de la luz sea menor o no tan caro:

  • Cambia los focos por focos LED (La bombilla incandescente necesita mucha energía para generar calor y electricidad)
  • Desconecta todos los electrodomésticos que no usas a diario
  • Usa los mejores refrigeradores con eficiencia de energía
  • Usa los minisplits de forma inteligente, programalos a 24 grados desde un principio y deja que poco a poco vaya enfriando la habitación. Programarlo a 21 o 19 grados te costará muy caro en la factura de la luz.
  • Apaga todos los focos que no se usen
  • Usa ventiladores, sólo cuando se esté ocupando la habitación.

Cómo lograr ahorrar en la factura de la luz y de gas, realmente

El primero de los consejos es lógico, sobre todo en los meses de invierno: aprovechar la luz natural al máximo. Si el escritorio o el ordenador se colocan bajo una ventana sacaremos más partido a la luz diaria y será también más cómodo para nosotros, que tendremos que forzar menos la vista. Obviamente, esto no siempre es posible si se trata de viviendas interiores, y el horario de invierno no ayuda.

Una vez pasamos a hablar de luz artificial, es importante revisar las bombillas de la casa, y cambiar las convencionales por bombillas de bajo consumo (si no lo hemos hecho ya). Aunque son un poco más caras, se consume hasta un 4 o 5% menos de electricidad. Son bombillas que duran más, y su gasto se amortiza en menos de un año.

Cómo ahorrar en la factura de la luz de la casa

Cuando vamos a poner la lavadora hay que moderar las cantidades de detergente y suavizante. Si se echa mucha cantidad, se prolongará el aclarado. Del mismo modo, a más tiempo de lavado, más gasto. Si el lavado es a 30ºC en lugar de a 40º en la lavadora, el ahorro será significativo y el lavado suficiente. Si tiene que ser con agua caliente, un lavado a 40°C ahorra un 25% de energía en comparación con uno a 60°C.

En cuanto al lavavajillas, es recomendable aprovechar al máximo el espacio y ponerlo en marcha solo cuando esté lleno. Si cuenta con la opción de lavado ‘eco’, el consumo de electricidad puede reducirse hasta un 40%.

Desenchufando vampiros de energía para lograr ahorrar en la factura de la luz

Otras recomendaciones son no dejar enchufados los electrodomésticos, en estado de reposo o stand-by, si no los estamos usando. Lo mismo con los cargadores de los teléfonos móviles y los ordenadores. Y, si en casa hay un termo eléctrico, es aconsejable enchufarlo solo durante las horas del día en las que se necesita.

También conviene prestar atención a las malas costumbres. ¿Sabes que el televisor consume el 12% de la electricidad total que consumen los electrodomésticos?

Muchas veces lo encendemos y apenas le hacemos caso, pero por alguna extraña razón parece que nos gusta tenerlo ahí de fondo. Debemos evitar esto, y también tener en cuenta para futuras compras que los televisores con tecnología LED consumen hasta un 40% menos que las pantallas de plasma y un 25% menos que las LCD. Puedes lograr ahorrar en la factura de la luz, eliminando los consumos hormiga.

Del mismo modo, hay que evitar dejar luces encendidas si no vamos a estar en esa parte de la casa o en esa habitación. Es algo que pasa muy a menudo en todos los hogares: se trata de ser un poco menos despistados y prestar más atención a estas cosas.

Ahorro de gas en el hogar

La calefacción en los meses más fríos del año es necesaria, pero altera notablemente el consumo de electricidad y gas mes a mes. Es algo que todos pensamos en cuanto empiezan a bajar los grados y toca hacer el cambio de armario.

La temperatura ideal para mantener el llamado ‘ambiente de confort’ en casa suele estar en torno a los 21 ºC, y cada grado adicional puede encarecer la factura en torno a un 7%. Algunos consejos son la reducción de la temperatura de los radiadores en 1 ó 2°C, o tener una temperatura de 18ºC mientras dormimos o estamos fuera de casa.

Ajustar la temperatura del boiler

Además de ajustar el termostato, también es importante fijarse en la temperatura del calentador. Lo máximo estaría en los 45 ºC, ya que una temperatura más elevada es demasiado y sube mucho el consumo..

Aprovechar las horas de sol

Del mismo modo que para ahorrar luz, el sol es la mayor fuente natural de calor que tenemos.

Subir las persianas de las habitaciones, sobre todo en las ventanas con mayor iluminación, ayudará a mantener la temperatura ambiente para que la caldera no esté en marcha todo el día. Otro consejo es ventilar a diario, en las horas cercanas al mediodía, cuando se haya ido la humedad y el frío de la madrugada.

Aislamiento de puertas y ventanas ayuda a bajar la factura de la luz

Si estamos generando calor con la caldera en marcha, será importante retenerlo y asegurarnos de que no existen vías de escape. Es decir, que todas las puertas y ventanas estén cerradas y sin fisuras. ¿En qué parte de la casa vamos a estar más tiempo? Buscaremos concentrar el calor en ella.

No uses tanta agua caliente

Para lavarte las manos o lavar pocos platos no uses el agua caliente. Si posicionas la salida de agua en fría estaremos evitando que por un lavado de manos se encienda la caldera o el calentador automáticamente. Otros tips básicos son darse más duchas cortas y menos baños relajantes, cerrar el grifo mientras uno se enjabona, o que la temperatura del agua no exceda los 30º o 35ºC.